Las lagunas de oxidación son sistemas de tratamiento de aguas residuales que aprovechan procesos naturales para purificar el agua. Estas lagunas son piscinas poco profundas donde las aguas residuales se degradan biológicamente por la actividad de microorganismos en presencia de oxígeno. A medida que el agua fluye a través de estas lagunas, los microorganismos descomponen los contaminantes orgánicos, reduciendo su concentración y mejorando la calidad del agua. Las lagunas de oxidación son una solución eficiente y de bajo costo para el tratamiento de aguas residuales en áreas con recursos limitados.

Por otro lado, una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) es una instalación más compleja que emplea diversos procesos físicos, químicos y biológicos para tratar aguas residuales de manera integral. Las PTAR incluyen etapas como el pretratamiento para remover sólidos grandes, el tratamiento biológico para descomponer la materia orgánica, la eliminación de nutrientes y la desinfección para reducir la carga de patógenos antes de la liberación del agua tratada al medio ambiente. Estas plantas son esenciales para garantizar la seguridad de la salud pública y proteger los ecosistemas al tratar de manera efectiva las aguas residuales antes de su disposición final.